Lo Que Creemos
Ø En un solo Dios vivo y verdadero, infinitamente perfecto e inmutable, existiendo eternamente en tres personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Dt. 6:4; Mt. 28:19; 1 Co.8:6; Ap. 4:11.
Ø En la Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son la Palabra inspirada de Dios, sin error en los escritos originales, y son la revelación completa de Su voluntad para la salvación de los hombres, y la autoridad divina y final para toda la fe cristiana y la vida. Is. 8:20; Mt. 1:22; Jn. 10:35; Gá. 3:16; 2 Ti. 3:16-17; 2 P. 1:19-21
Ø Creemos que el Señorío absoluto de Jesucristo, en su Deidad y preexistencia, Él es el Hijo unigénito de Dios, y fue concebido por el Espíritu Santo, nació de María la virgen, El es el Verbo hecho carne, vivió sin pecar y fue crucificado, murió en una cruz y fue sepultado. Su sacrificio final y completo fue por nuestros pecados, luego, descendió a los infiernos y venció a Satanás. Jesucristo resucitó corporalmente de entre los muertos y subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Is 7:14, 9:6-7; Mt. 1:16-25; Mc. 16:19; Lc. 1:27,35 24:6; Jn. 1:14, 8:58, 19:17-20:31, Col. 2:15, Hb. 2:14,17
Ø En la personalidad y Deidad del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, quien glorifica a Jesucristo, convence al pecador, regenera al creyente mora en él para guiarlo, instruirlo, y capacitarlo para la vida y el servicio. Mt. 28:19; Mc. 16:15, Jn. 16:8-11, 13-14; Hch. 1:8, 5:3-4; 1 Co. 6:19; Ef. 4:30; Tit. 3:5.
Ø En la resurrección de Jesucristo de entre los muertos y en su ascensión a la diestra de la majestad en las alturas, donde ministra ahora como el sumo sacerdote y abogado a favor del creyente. Mt. 28:6-7; Hch. 1:9-11; Ro. 8:34; 1 Jn. 2:1.
Ø En la personalidad de Satanás, un espíritu maligno, el enemigo de Jesucristo y de los santos. Satanás ha sido condenado en la cruz, y será lanzado al lago de fuego. Gn. 3:15, Ex. 28:13-15; Mt. 4:1-11; Jn. 12:31-33; Ap. 20:10.
Ø En la caída del primer hombre, Adán, quien fue creado a la imagen de Dios pero pecó, sujetando así a todo hombre a muerte física, espiritual y eterna, y constituyéndolo pecador por nacimiento y por costumbre. Gn. 1:26-27. 2:16-17; Ro. 5:10-19; Ef. 2:1-3.
Ø Que la salvación viene sólo a los creyentes que aceptan a Jesucristo como su Señor y Salvador, la sangre derramada de Jesucristo y su resurrección proveen la única base para la justificación y salvación para todo aquel que cree y solamente los que reciben a Jesucristo por fe son nacidos del Espíritu Santo y así llegan a ser hijos de Dios. Jn 1:12, 3:16, 14:6, Rom. 5:8, 6:23, 10:9-10; Ef. 2:8-9; 1 P. 1:18-19, 2:24; 1 Jn 1:7
Ø Que todos los que verdaderamente han nacido de nuevo son guardados por Dios el Padre, y por Jesucristo, habiendo sido sellados por el Espíritu Santo hasta el día de la redención. Ef. 1:13,14; 4:30; Jn. 10:28,29; Ro. 8:35-39; Fil.1:6; Jud. 1:24.
Ø En la vida de victoria cristiana por medio de la obediencia en fe a través del poder del Espíritu Santo. Ro. 6:1-14, 3:1-4; Gá. 2:20.
Ø Que la sanidad por la fe está incluida en la redención que Cristo proveyó para nosotros. Is. 53:5; Mt. 08:17, 1 P. 2:24
Ø En el bautismo en agua por inmersión después de aceptar a Cristo como su Salvador. Este es un testimonio de la muerte al pecado y resurrección a una nueva vida. Ro. 6:4; Col. 2:12;
Ø En la segunda venida personal, premilenial e inminente del Señor Jesucristo. Zac. 14:1- 9; Hch. 1:10-11; 1 Ts. 1:9-10, 4:16-17.
Ø En la resurrección de todo hombre, los santos al gozo eterno con el Señor y los perdidos al castigo eterno y consciente. Jn. 5:28-29.
Ø Que el deber principal de la iglesia, es el de llevar el evangelio a todas partes del mundo y hacer discípulos y enseñar a los creyentes a seguir al Señor en el paso del bautismo y la celebración de la Cena del Señor. Mt. 28:18-20; Mc. 16:15-16; 1 Co. 11:23-26.
Ø Que la verdadera Iglesia, es el reino de Dios en esta tierra y se compone de todas esas personas, que a través de la fe salvadora en Jesucristo, han sido regenerados por el Espíritu Santo y unidos conjuntamente en el cuerpo de Cristo del cual Él es la cabeza. Ef.5:23-32; Col. 1:18,24
Ø Que es Dios quien nos equipa de modo que podamos alcanzar con éxito Su propósito para nuestras vidas, desempeñando nuestro papel dentro de la Iglesia y sirviendo a la comunidad en donde vivimos. Sal. 138:8; Ro. 8:28; 2 Tim. 1:8-9
Reconocemos la autoridad y la autonomía de la iglesia local, por lo tanto, no intervendremos en el mover, ni en su disciplina o su énfasis doctrinal.
Ø En la Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son la Palabra inspirada de Dios, sin error en los escritos originales, y son la revelación completa de Su voluntad para la salvación de los hombres, y la autoridad divina y final para toda la fe cristiana y la vida. Is. 8:20; Mt. 1:22; Jn. 10:35; Gá. 3:16; 2 Ti. 3:16-17; 2 P. 1:19-21
Ø Creemos que el Señorío absoluto de Jesucristo, en su Deidad y preexistencia, Él es el Hijo unigénito de Dios, y fue concebido por el Espíritu Santo, nació de María la virgen, El es el Verbo hecho carne, vivió sin pecar y fue crucificado, murió en una cruz y fue sepultado. Su sacrificio final y completo fue por nuestros pecados, luego, descendió a los infiernos y venció a Satanás. Jesucristo resucitó corporalmente de entre los muertos y subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Is 7:14, 9:6-7; Mt. 1:16-25; Mc. 16:19; Lc. 1:27,35 24:6; Jn. 1:14, 8:58, 19:17-20:31, Col. 2:15, Hb. 2:14,17
Ø En la personalidad y Deidad del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, quien glorifica a Jesucristo, convence al pecador, regenera al creyente mora en él para guiarlo, instruirlo, y capacitarlo para la vida y el servicio. Mt. 28:19; Mc. 16:15, Jn. 16:8-11, 13-14; Hch. 1:8, 5:3-4; 1 Co. 6:19; Ef. 4:30; Tit. 3:5.
Ø En la resurrección de Jesucristo de entre los muertos y en su ascensión a la diestra de la majestad en las alturas, donde ministra ahora como el sumo sacerdote y abogado a favor del creyente. Mt. 28:6-7; Hch. 1:9-11; Ro. 8:34; 1 Jn. 2:1.
Ø En la personalidad de Satanás, un espíritu maligno, el enemigo de Jesucristo y de los santos. Satanás ha sido condenado en la cruz, y será lanzado al lago de fuego. Gn. 3:15, Ex. 28:13-15; Mt. 4:1-11; Jn. 12:31-33; Ap. 20:10.
Ø En la caída del primer hombre, Adán, quien fue creado a la imagen de Dios pero pecó, sujetando así a todo hombre a muerte física, espiritual y eterna, y constituyéndolo pecador por nacimiento y por costumbre. Gn. 1:26-27. 2:16-17; Ro. 5:10-19; Ef. 2:1-3.
Ø Que la salvación viene sólo a los creyentes que aceptan a Jesucristo como su Señor y Salvador, la sangre derramada de Jesucristo y su resurrección proveen la única base para la justificación y salvación para todo aquel que cree y solamente los que reciben a Jesucristo por fe son nacidos del Espíritu Santo y así llegan a ser hijos de Dios. Jn 1:12, 3:16, 14:6, Rom. 5:8, 6:23, 10:9-10; Ef. 2:8-9; 1 P. 1:18-19, 2:24; 1 Jn 1:7
Ø Que todos los que verdaderamente han nacido de nuevo son guardados por Dios el Padre, y por Jesucristo, habiendo sido sellados por el Espíritu Santo hasta el día de la redención. Ef. 1:13,14; 4:30; Jn. 10:28,29; Ro. 8:35-39; Fil.1:6; Jud. 1:24.
Ø En la vida de victoria cristiana por medio de la obediencia en fe a través del poder del Espíritu Santo. Ro. 6:1-14, 3:1-4; Gá. 2:20.
Ø Que la sanidad por la fe está incluida en la redención que Cristo proveyó para nosotros. Is. 53:5; Mt. 08:17, 1 P. 2:24
Ø En el bautismo en agua por inmersión después de aceptar a Cristo como su Salvador. Este es un testimonio de la muerte al pecado y resurrección a una nueva vida. Ro. 6:4; Col. 2:12;
Ø En la segunda venida personal, premilenial e inminente del Señor Jesucristo. Zac. 14:1- 9; Hch. 1:10-11; 1 Ts. 1:9-10, 4:16-17.
Ø En la resurrección de todo hombre, los santos al gozo eterno con el Señor y los perdidos al castigo eterno y consciente. Jn. 5:28-29.
Ø Que el deber principal de la iglesia, es el de llevar el evangelio a todas partes del mundo y hacer discípulos y enseñar a los creyentes a seguir al Señor en el paso del bautismo y la celebración de la Cena del Señor. Mt. 28:18-20; Mc. 16:15-16; 1 Co. 11:23-26.
Ø Que la verdadera Iglesia, es el reino de Dios en esta tierra y se compone de todas esas personas, que a través de la fe salvadora en Jesucristo, han sido regenerados por el Espíritu Santo y unidos conjuntamente en el cuerpo de Cristo del cual Él es la cabeza. Ef.5:23-32; Col. 1:18,24
Ø Que es Dios quien nos equipa de modo que podamos alcanzar con éxito Su propósito para nuestras vidas, desempeñando nuestro papel dentro de la Iglesia y sirviendo a la comunidad en donde vivimos. Sal. 138:8; Ro. 8:28; 2 Tim. 1:8-9
Reconocemos la autoridad y la autonomía de la iglesia local, por lo tanto, no intervendremos en el mover, ni en su disciplina o su énfasis doctrinal.